Salud

Estrés y falta de sueño: qué incidencia tiene en tu peso

Más allá de lo estético y pensando en la salud por sobre todas las cosas, el manejo del estrés y la alimentación van de la mano al igual que poder lograr un descanso reparador. Todo lo que tenés que saber en esta nota.

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Redacción ElNueve.com
3 de mayo de 2024 | 17:47

El ritmo vertiginoso de la vida moderna ha traído consigo una epidemia silenciosa: el estrés. Desde las demandas laborales hasta las preocupaciones personales, el estrés se ha arraigado en nuestra cotidianidad, impactando no solo nuestra salud mental, sino también nuestro peso. Numerosos estudios han demostrado la conexión entre el estrés crónico y el aumento de peso. Cuando estamos estresados, nuestros cuerpos liberan cortisol, una hormona que, en exceso, puede desencadenar antojos de alimentos ricos en grasas y azúcares. Esta respuesta evolutiva, diseñada para prepararnos para "pelear o huir", puede volverse contraproducente en un mundo donde la lucha es contra los kilos no deseados.

Además, el estrés prolongado puede alterar nuestro metabolismo, haciendo que nuestro cuerpo queme menos calorías en reposo. Este doble golpe del estrés puede resultar en un aumento de peso gradual pero constante, incluso si estamos vigilantes con nuestra dieta y ejercicio.

Pero el estrés no viaja solo en esta odisea hacia el aumento de peso. La falta de sueño, otro compañero común en la era moderna, también desempeña un papel crucial. La sociedad actual valora la productividad sobre el descanso, y muchos sacrifican horas de sueño en aras de cumplir con las exigencias del día a día. Sin embargo, esta privación del sueño puede tener consecuencias devastadoras para nuestra salud y peso.

Como bien explica el doctor Jorge Pujol "existen dos tipos de estrés: el agudo y el crónico. Mientras que el primero nos permite mantenernos en alerta ante situaciones que nos interpelan, la cronicidad genera un desgaste inmenso. Es allí donde aparecen los excesos de corticoides, que nos bajan las defensas y aparecen las enfermedades".

Cuidado con el sueño

Cuando no dormimos lo suficiente, nuestros cuerpos anhelan alimentos ricos en calorías como una fuente rápida de energía para combatir la fatiga. Además, la falta de sueño desregula las hormonas que regulan el apetito, como la grelina y la leptina, lo que nos hace sentirnos más hambrientos y menos satisfechos después de comer. Esta combinación de antojos intensificados y falta de control sobre el apetito crea un terreno fértil para el aumento de peso.

Pero las ramificaciones de la falta de sueño no terminan ahí. La privación crónica del sueño también puede interferir con nuestra capacidad para tomar decisiones saludables. Cuando estamos privados de sueño, es más probable que optemos por alimentos poco saludables y evitemos el ejercicio, lo que agrava aún más el problema del aumento de peso.

Entonces, ¿qué podemos hacer para contrarrestar esta espiral de estrés, falta de sueño y aumento de peso? En primer lugar, es crucial priorizar el autocuidado. Esto implica no solo adoptar estrategias para reducir el estrés, como la meditación y el ejercicio regular, sino también establecer rutinas de sueño saludables que nos permitan descansar lo suficiente cada noche. Además, cultivar hábitos alimenticios conscientes y buscar apoyo emocional puede ayudarnos a manejar mejor el estrés y evitar recurrir a la comida como un mecanismo de afrontamiento.

En resumen, el estrés y la falta de sueño no son simplemente molestias inevitables de la vida moderna; son fuerzas poderosas que influyen en nuestro peso y bienestar general. Al reconocer y abordar estos factores subyacentes, podemos tomar el control de nuestra salud y trabajar hacia nuestros objetivos de peso de manera más efectiva.

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